Clonación de tarjetas, un delito frecuente. Cuartoscuro
Delincuentes mantienen contacto a través de blogs y venden artículos para clonar desde 600 pesos a cualquier persona.
Margarita Jasso
La clonación de tarjetas es un delito que en México se sanciona con al menos 3 años de cárcel y el pago mínimo de 30,000 pesos, y que le cuesta a la banca, en promedio, 800 millones de pesos al año. Pero nada parece inhibir a los delincuentes: clonar tarjetas aquí es fácil y muy barato.
El reloj marca la 1:00 am. Carlos se conecta a internet y escribe en el blog neuronaltraining.net: “Hola, tengo equipos avanzados para que las tarjetas sean asombrosamente idénticas, y además puedo enseñar a clonar a quien lo desee. Vivo en México, he vivido en España y Francia, y mi experiencia es de más de 500 tarjetas clonadas desde hace 4 años. Doy a buen precio los equipos. Recuerden que entre nosotros debe de existir solidaridad y apoyo. Atentamente, Carlos Mellado”.
En seguida, Diana le contesta: “Necesito ayuda para conseguir equipos para clonar. Me urge dinero, mi papá tiene cáncer y no logro juntar lo que me piden para su tratamiento, ya que no cuento con un seguro médico. Ayúdame, por favor”.
A pesar de lo costoso del delito, los bancos no tienen un conteo sobre los casos de clonación a tarjetas de crédito que se realizan año con año. Lo más cercano a una cifra es el registro que lleva la Comisión Nacional para la Protección de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), quien contabiliza las quejas de usuarios afectados, aunque no tiene contabilizados el número total de clientes que tienen este problema, ya que no todos denuncian este fraude.
Durante el 2007, la Condusef recibió 55,700 controversias o quejas de tarjetas de crédito imputables a posibles fraudes o cargos no reconocidos. En 2008, la cifra aumentó a 58,900. Para 2009, se disparó a 76,600, mientras que en 2010 bajó a 75,300.
Aunque las quejas disminuyeron en 2010 con respecto a 2009, para abril de 2011 la suma de las controversias llegó a 30,000, es decir, casi la mitad de lo que se registró en todo el año pasado, lo que refleja un incremento en los casos de fraude a tarjetas de crédito.
El aumento de casos fraudulentos en 2009 se debió en gran parte a la crisis económica mundial, que afectó la liquidez de los usuarios y provocó mayor actividad de los delincuentes, explica Miguel Ángel Corro, director del departamento de Administración y Finanzas del Tecnológico de Monterrey.
De todas las controversias por clonación de tarjetas que recibe la Condusef, sólo algunas se convierten en casos probados del delito. Por ejemplo, hasta 2009, se detectaron 720 casos de tarjetas de crédito clonadas, de las cuales 231 corresponden a tarjetas de Bancomer, 213 de Banamex, 70 de HSBC, 54 de Santander y 31 de Banco Azteca.
El 63% de las quejas que llegan a la Condusef por casos de clonación de tarjetas se resuelven a favor del usuario.
Una actualización de estas cifras es complicada para la Condusef, comenta Marco Carrera, vocero del organismo, ya que en muchas de las ocasiones los usuarios presentan su queja primero ante el banco y, al ser resuelta, ya no se ven en la necesidad de acudir ante el organismo regulador.
Pero las cifras son engañosas y cada quien tiene las suyas. La gravedad del delito podría ser más grande de lo que se cree. Según la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, durante 2008 la clonación de tarjetas afectó a 35 millones de usuarios.
Bastan 40 segundos
“Hola, a todos desde el sur de América Latina. Es simple clonar una tarjeta, basta con pasarla por un lector skimmer de 3 tracks, que se puede obtener desde 40 dólares, bajar un archivo tipo notepad que integra el dispositivo, y con él se puede grabar los datos de ese plástico y pasar todos a una nueva tarjeta virgen. Hay otros trucos que se pueden aplicar; para los que quieran saber escríbanme a luchoskyes@hotmail.com Saludos”.
Así escribió otro usuario en el blog neuronaltraining.net en diciembre de 2009. Pero este blog no es el único que ofrece equipos para clonar tarjetas de crédito o débito: otros portales de internet, como madrid.camgpusanuncios.com, deremate.com y mercadolibre.com son sólo algunos a los que los delincuentes pueden acceder y comprar con tan sólo mil pesos artículos como el skimmer.
El skimmer es un dispositivo electrónico con el cual se pueden copiar los datos de los usuarios integrados en las bandas magnéticas de las tarjetas. En tan sólo 40 segundos, el skimmer obtiene los datos de los tarjetahabientes.
La web no sólo ofrece artículos para clonar; también los datos de tarjetas de crédito que han sido robadas para después vender la identidad de los usuarios.
Como si fuera un menú de comida rápida, los delincuentes ofrecen diferentes paquetes con promociones para que otros clonadores se animen a comprar los datos falsificados.
El paquete 1 ofrece datos de una sola tarjeta de crédito a cambio de 650 pesos. El paquete 2 contiene los datos de 10 tarjetas de crédito a un precio de 1,950 pesos. El paquete 3 tiene incluidos datos de 25 tarjetas de crédito por un costo de 2,275 pesos.
“Las tarjetas son robadas de la empresa Symantec y tienen buenos créditos, sobre todo las de American Express, Master Card y Visa”, refiere el anuncio de un clonador anónimo.
Por seguridad, Carlos decidió no volver a escribir en el blog, y cambió de correo electrónico para no levantar sospechas de las autoridades.
Delito entre copas
La mayoría de los delitos se cometen en bares y restaurantes (55% de los casos), mientras que en las tiendas departamentales el porcentaje asciende a 25% y en los centros turísticos a 20%.
El monto promedio que se retira mediante la clonación de tarjetas es de 25,000 pesos, aunque el saldo va desde los 2,000 hasta los 100,000 pesos, según la Condusef.
Los banqueros, en conjunto con empresas como Visa y Master Card, han unido fuerzas para lanzar medidas que combatan este delito, como lo es la migración de las bandas magnéticas de los plásticos a chips electrónicos.
Hasta el momento no se conoce un monto exacto de la inversión que la banca ha hecho para la migración de tecnología, aunque Luís Robles Miaja, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México (ABM), calcula que son cientos de millones de dólares.
En 2013, la banca espera que las 24 millones de tarjetas de crédito, las 80 millones de tarjetas de débito, las 518,000 terminales punto de venta y los 36,000 cajeros automáticos existentes en el sistema financiero, cuenten ya con chips o microcircuitos integrados para blindar a los usuarios.
Cada banco será responsable de invertir el dinero necesario para migrar el sistema de seguridad electrónico de sus tarjetas o cajeros.
Para Banamex, el reto está casi cubierto. Roberto Baltazares, director de Productos de Captación del banco, dice que de las 10 millones de tarjetas de débito que la entidad mantiene activas en el mercado, sólo 30% cuenta con chip, mientras que de los 4 millones de plásticos de crédito, 97% tienen ya el sistema de microcircuito.
Aunque hay otro hueco para los delincuentes. “El problema del fraude curiosamente ahora está pasando en Estados Unidos. Lo que es muy usual es que las bandas de criminales, que son internacionales, agarran el skimmer, copian la banda de las tarjetas que en México ya tienen chip, y se van a Estados Unidos a disponer y hacer la defraudación”, explica Robles Miaja.
Para los banqueros, las medidas de seguridad que se han implementado son cada vez más fuertes para reducir estos delitos, aunque analistas, como Miguel Ángel Corro, del Tec, estiman que los delincuentes “como todo hacker, siempre van adelante en la prevención y especialización de los delitos”.
La banca cree terminar la migración de bandas a chips en 2013. Mientras, en blogs y portales de internet muchos continúan ofreciendo sus “servicios”: “Ey (sic), amigo, seré tu compañero de clonación. Trabajemos juntos y ganaremos dinero”.
La clonación de tarjetas es un delito que en México se sanciona con al menos 3 años de cárcel y el pago mínimo de 30,000 pesos, y que le cuesta a la banca, en promedio, 800 millones de pesos al año. Pero nada parece inhibir a los delincuentes: clonar tarjetas aquí es fácil y muy barato.
El reloj marca la 1:00 am. Carlos se conecta a internet y escribe en el blog neuronaltraining.net: “Hola, tengo equipos avanzados para que las tarjetas sean asombrosamente idénticas, y además puedo enseñar a clonar a quien lo desee. Vivo en México, he vivido en España y Francia, y mi experiencia es de más de 500 tarjetas clonadas desde hace 4 años. Doy a buen precio los equipos. Recuerden que entre nosotros debe de existir solidaridad y apoyo. Atentamente, Carlos Mellado”.
En seguida, Diana le contesta: “Necesito ayuda para conseguir equipos para clonar. Me urge dinero, mi papá tiene cáncer y no logro juntar lo que me piden para su tratamiento, ya que no cuento con un seguro médico. Ayúdame, por favor”.
A pesar de lo costoso del delito, los bancos no tienen un conteo sobre los casos de clonación a tarjetas de crédito que se realizan año con año. Lo más cercano a una cifra es el registro que lleva la Comisión Nacional para la Protección de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), quien contabiliza las quejas de usuarios afectados, aunque no tiene contabilizados el número total de clientes que tienen este problema, ya que no todos denuncian este fraude.
Durante el 2007, la Condusef recibió 55,700 controversias o quejas de tarjetas de crédito imputables a posibles fraudes o cargos no reconocidos. En 2008, la cifra aumentó a 58,900. Para 2009, se disparó a 76,600, mientras que en 2010 bajó a 75,300.
Aunque las quejas disminuyeron en 2010 con respecto a 2009, para abril de 2011 la suma de las controversias llegó a 30,000, es decir, casi la mitad de lo que se registró en todo el año pasado, lo que refleja un incremento en los casos de fraude a tarjetas de crédito.
El aumento de casos fraudulentos en 2009 se debió en gran parte a la crisis económica mundial, que afectó la liquidez de los usuarios y provocó mayor actividad de los delincuentes, explica Miguel Ángel Corro, director del departamento de Administración y Finanzas del Tecnológico de Monterrey.
De todas las controversias por clonación de tarjetas que recibe la Condusef, sólo algunas se convierten en casos probados del delito. Por ejemplo, hasta 2009, se detectaron 720 casos de tarjetas de crédito clonadas, de las cuales 231 corresponden a tarjetas de Bancomer, 213 de Banamex, 70 de HSBC, 54 de Santander y 31 de Banco Azteca.
El 63% de las quejas que llegan a la Condusef por casos de clonación de tarjetas se resuelven a favor del usuario.
Una actualización de estas cifras es complicada para la Condusef, comenta Marco Carrera, vocero del organismo, ya que en muchas de las ocasiones los usuarios presentan su queja primero ante el banco y, al ser resuelta, ya no se ven en la necesidad de acudir ante el organismo regulador.
Pero las cifras son engañosas y cada quien tiene las suyas. La gravedad del delito podría ser más grande de lo que se cree. Según la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, durante 2008 la clonación de tarjetas afectó a 35 millones de usuarios.
Bastan 40 segundos
“Hola, a todos desde el sur de América Latina. Es simple clonar una tarjeta, basta con pasarla por un lector skimmer de 3 tracks, que se puede obtener desde 40 dólares, bajar un archivo tipo notepad que integra el dispositivo, y con él se puede grabar los datos de ese plástico y pasar todos a una nueva tarjeta virgen. Hay otros trucos que se pueden aplicar; para los que quieran saber escríbanme a luchoskyes@hotmail.com Saludos”.
Así escribió otro usuario en el blog neuronaltraining.net en diciembre de 2009. Pero este blog no es el único que ofrece equipos para clonar tarjetas de crédito o débito: otros portales de internet, como madrid.camgpusanuncios.com, deremate.com y mercadolibre.com son sólo algunos a los que los delincuentes pueden acceder y comprar con tan sólo mil pesos artículos como el skimmer.
El skimmer es un dispositivo electrónico con el cual se pueden copiar los datos de los usuarios integrados en las bandas magnéticas de las tarjetas. En tan sólo 40 segundos, el skimmer obtiene los datos de los tarjetahabientes.
La web no sólo ofrece artículos para clonar; también los datos de tarjetas de crédito que han sido robadas para después vender la identidad de los usuarios.
Como si fuera un menú de comida rápida, los delincuentes ofrecen diferentes paquetes con promociones para que otros clonadores se animen a comprar los datos falsificados.
El paquete 1 ofrece datos de una sola tarjeta de crédito a cambio de 650 pesos. El paquete 2 contiene los datos de 10 tarjetas de crédito a un precio de 1,950 pesos. El paquete 3 tiene incluidos datos de 25 tarjetas de crédito por un costo de 2,275 pesos.
“Las tarjetas son robadas de la empresa Symantec y tienen buenos créditos, sobre todo las de American Express, Master Card y Visa”, refiere el anuncio de un clonador anónimo.
Por seguridad, Carlos decidió no volver a escribir en el blog, y cambió de correo electrónico para no levantar sospechas de las autoridades.
Delito entre copas
La mayoría de los delitos se cometen en bares y restaurantes (55% de los casos), mientras que en las tiendas departamentales el porcentaje asciende a 25% y en los centros turísticos a 20%.
El monto promedio que se retira mediante la clonación de tarjetas es de 25,000 pesos, aunque el saldo va desde los 2,000 hasta los 100,000 pesos, según la Condusef.
Los banqueros, en conjunto con empresas como Visa y Master Card, han unido fuerzas para lanzar medidas que combatan este delito, como lo es la migración de las bandas magnéticas de los plásticos a chips electrónicos.
Hasta el momento no se conoce un monto exacto de la inversión que la banca ha hecho para la migración de tecnología, aunque Luís Robles Miaja, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México (ABM), calcula que son cientos de millones de dólares.
En 2013, la banca espera que las 24 millones de tarjetas de crédito, las 80 millones de tarjetas de débito, las 518,000 terminales punto de venta y los 36,000 cajeros automáticos existentes en el sistema financiero, cuenten ya con chips o microcircuitos integrados para blindar a los usuarios.
Cada banco será responsable de invertir el dinero necesario para migrar el sistema de seguridad electrónico de sus tarjetas o cajeros.
Para Banamex, el reto está casi cubierto. Roberto Baltazares, director de Productos de Captación del banco, dice que de las 10 millones de tarjetas de débito que la entidad mantiene activas en el mercado, sólo 30% cuenta con chip, mientras que de los 4 millones de plásticos de crédito, 97% tienen ya el sistema de microcircuito.
Aunque hay otro hueco para los delincuentes. “El problema del fraude curiosamente ahora está pasando en Estados Unidos. Lo que es muy usual es que las bandas de criminales, que son internacionales, agarran el skimmer, copian la banda de las tarjetas que en México ya tienen chip, y se van a Estados Unidos a disponer y hacer la defraudación”, explica Robles Miaja.
Para los banqueros, las medidas de seguridad que se han implementado son cada vez más fuertes para reducir estos delitos, aunque analistas, como Miguel Ángel Corro, del Tec, estiman que los delincuentes “como todo hacker, siempre van adelante en la prevención y especialización de los delitos”.
La banca cree terminar la migración de bandas a chips en 2013. Mientras, en blogs y portales de internet muchos continúan ofreciendo sus “servicios”: “Ey (sic), amigo, seré tu compañero de clonación. Trabajemos juntos y ganaremos dinero”.
Historia del DíaLunes, 09 de Abril de 2012 06:00
Redactor: Genaro Mejía
Fuente: www.elfinanciero.com.mx
Redactor: Genaro Mejía
Fuente: www.elfinanciero.com.mx
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